¿Que conseguimos?

Por: Pr. Telmo Sánchez.C

Los términos y expresiones que varias personas que se hacen llamar “cristianos” utilizan al hablar o realizar publicaciones es impresionante. Muchas veces no entiendo cómo es que dicen que Cristo les cambio la vida, pues el Cristo que yo conozco me enseña sobre la tolerancia, el respeto de los unos hacia los otros, me enseña a no hablar mal de los demás, me enseña a no difamar; pero  muchos “cristianos”  de hoy en día parecen creer que al ganar a Cristo, se convierten en seres superiores que por lo tanto se han librado de toda imperfección y eso les da derecho a criticar a todo el mundo; Tristemente su condición les lleva a encontrar defectos incluso en sus jefes, o líderes sean estos políticos o espirituales; Lo realmente preocupante es que al actuar de esta manera, como “cristianos”, estamos olvidando lo que dicen las escrituras, que hay un solo ser perfecto, y este es Jesucristo.(Ver Romanos 3:10-18 y 1 Pedro 1:19)

Me siento asombrado de tanta soltura de lengua que ciertas personas tienen para criticar, he buscado en las páginas de la Biblia tanto del Antiguo, cuanto del Nuevo Testamento para ver si a Dios el Padre, a Dios el Hijo o al Espíritu Santo se les encuentra en este plano de criticar u ofender por cosas menores o por no agradarse de cierta persona y no lo encuentro. No encuentro a Jesús incitando una revuelta política o compartiendo ideas de aquellos que estaban en contra del gobierno romano, al contrario lo que  encuentro es que Dios nos dice que seamos: “Tardos para hablar y tardos para airarnos” (Santiago 1:19)

Es cierto que Cristo era firme y fuerte para denunciar a los líderes que no actuaban  acorde a la Palabra de Dios, sino a sus tradiciones pero aprovechaba la oportunidad para hablar con ellos de frente, cara a cara e incluso nos indicó actuar de la misma forma(Mateo 18:15). Cristo era capaz de recibir con amor a aquellos que día a día vivían y difundían un error, tal como lo hizo al conversar con Nicodemo o la mujer samaritana.

Jesús no se escudaba en cartas o escritos, como sucede ahora  a través de las redes sociales, medio que mal utilizamos para despotricarnos y descargar toda nuestra ira ciega.

Me he estado preguntando si esta nueva estrategia de la ofensa y el insulto que lamentablemente han adoptado algunos “cristianos” sea un buen método de ganar a quienes insultan para Cristo, con el insulto, la burla y la ofensa no muestran el amor de Dios que se registra en las páginas de la Biblia; Dios nos dice que: “Debemos amar aun a nuestros enemigos”(Mateo 5:43-48), de repente nos hemos vuelto expertos para ofender e insultar a personas a las que nunca nos hemos acercado, no hemos hablado con ellos de forma personal, y por los cuales hemos arraigado un odio en nuestro corazón que incluso puede llegar a ser enfermizo, actuamos como si el Señor nos dijera: “Odiaos los unos a los otros” y no “amaos los unos a los otros”.

Con este estilo de insultos y groserías transmitimos el mensaje a los demás de: “Yo soy perfecto y tu un pobre pecador perdido in rescatable”; pero la Biblia dice: “Que todos nosotros hemos pecado” y que como tal estamos “Destituidos de la gloria de Dios”(Romanos 3:23 y 24) , o es que no nos hemos olvidado que “por pura gracia ahora somos salvos” Efesios 2:8 y 9) no somos salvos por ser mejores que a los que tanto criticamos e insultamos, porque cometen el error de no pensar como nosotros queremos que piensen o que hagan lo que nosotros queremos que hagan.

 

 Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.  La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. Efesios 2:8 y 9

 

Algunos “cristianos” incluso se han vuelto expertos en criticar a las autoridades del gobierno por cualquier motivo, sean buenos o malos, y no toman en cuenta que la Biblia nos manda a “honrar a las autoridades, porque son puestas por Dios” (Romanos 13: 1-7). Debemos reconocer que la esperanza de días mejores para una nación no viene de un partido político, el cambio vendrá cuando pongamos nuestra mirada en Cristo.

Recordemos que Dios nos ha llamado a ser “Sal Y Luz” para que la gente perdida pueda encontrar el camino correcto. Cuando olvidamos esto y actuamos de esta forma lo único que somos es “ciegos queriendo guiar a otros ciegos”.

 

Pr. Telmo Sánchez C

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