Cuando lo malo ayuda

Por Esteban Sánchez

 

Desde que soy pequeño siempre me llamó la atención un letrero que anuncia el nombre de una ferretería en una de las principales calles de la ciudad, el nombre no tiene nada de peculiar, pero lo que si es peculiar es que el rotulo siempre estuvo de cabeza, al preguntarle a mi papá la razón de esto él me respondió que posiblemente no se dieron cuenta que al momento de instalar lo estaban haciendo mal, pero que resulto tan interesante que la gente pasaba por el local solo para ver el nombre de cabeza y posiblemente eso hacia que las ventas aumentarán; Lo mas curioso de todo es que 20 años después, cuando el rotulo ya lucía deteriorado, los dueños mandaron a hacer uno nuevo, pero esta vez intencionalmente incluyeron el error y hoy por hoy sigue así.

 

Esto me hace pensar en todas esas cosas que hacemos mal pero que porque traen, aparentemente, “buenos resultados” las seguimos haciendo mal. Es algo muy común en todos, porque tendemos a buscar por naturaleza nuestro beneficio, sin detenernos a pensar de que forma está llegando a nuestras vidas, solo porque algo resulta atractivo o beneficioso a nuestra manera de pensar, no significa que sea algo bueno; Los cristianos tendemos a excusarnos haciendo mal uso de la Biblia al decir que todas las cosas nos ayudan para bien, pero esto no es del todo cierto, cuando algo que haces mal te trae un beneficio, no estás aplicando este versículo Bíblico, porque recuerda que antes de esa afirmación hay una condición. “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes LO AMAN y son llamados para el propósito que el tiene para ellos” Romanos 8:28.

 

Una infidelidad que te trae cierto placer emocional, no deja de ser una infidelidad.

Una mentira que te hace evitar una multa en el trabajo, no deja de ser una mentira.

Gritarle a tu mamá, irte de la casa, o ser irresponsable, porque te hace sentir independiente, no deja de ser un irrespeto a tus padres.

Copiar en el examen para pasar el año no deja de ser un engaño.

Un pecado sexual que te trae placer físico no deja de ser un pecado.

 

Si tú amas a Dios nunca irás en contra de sus mandamientos, porque el entendimiento de su amor en tu vida, genera automáticamente en ti obedecimiento.

 

La Biblia dice: “No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, mas bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena agradable y perfecta.” Romanos 12:2.

 

Si sabes que estas haciendo algo mal porque te trae beneficio, no te quedes con eso, lucha, supéralo y sigue adelante buscando la correcta manera de vivir.

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